Nuestro insuperable Luis, siguiendo indicaciones de las monitoras, no duda en dejar su huella en los troncos de los árboles. Observen con qué precisión ha dejado marcado su nombre en uno de los troncos. No contento con ello, decide continuar con su tarea en el tronco vecino.
Ya lo decía Machado:
Estos chopos del río, que acompañan
con el sonido de sus hojas secas
el son del agua, cuando el viento sopla,
tienen en sus cortezas
grabadas inicales que son nombres
de enamorados, cifras que son fechas.
Ya lo decía Machado:
Estos chopos del río, que acompañan
con el sonido de sus hojas secas
el son del agua, cuando el viento sopla,
tienen en sus cortezas
grabadas inicales que son nombres
de enamorados, cifras que son fechas.