Esta foto es digna de ser analizada como hacía nuestro querido Félix Rodríguez de la Fuente. En primer lugar, queda claro que Yolanda está un poco despistada: su mirada demuestra que no es capaz de dirigir su vista hacia un objetivo señalado. Con todo, es posible que la pobre sufra de tortícolis y se haya sentido incapaz de girar su cuello como cualquier otro mortal.
En cuanto a Paola, su pose nos transmite su total desinterés por mirar al objetivo: ella tiene otros asuntos más importantes que tratar.
Marta, Mónica, Nuria y Andrea se comportan como deben: dirigen su mirada hacia el objetivo, mueven los músculos de la risa y dedican una bonita sonrisa al cristal donde se ven reflejadas.
Por último, el especimen más desconcertante: Mari Reme. Con un brusco giro de su cuello nos demuestra que ella es tan dominadora como antaño lo era Castilla. Su seria mirada nos hace enmudecer pues no nos atreveríamos a discutir ninguna de sus palabras. Ella dice: ¡Basta ya! y todos le rendimos pleitesía.
En cuanto a Paola, su pose nos transmite su total desinterés por mirar al objetivo: ella tiene otros asuntos más importantes que tratar.
Marta, Mónica, Nuria y Andrea se comportan como deben: dirigen su mirada hacia el objetivo, mueven los músculos de la risa y dedican una bonita sonrisa al cristal donde se ven reflejadas.
Por último, el especimen más desconcertante: Mari Reme. Con un brusco giro de su cuello nos demuestra que ella es tan dominadora como antaño lo era Castilla. Su seria mirada nos hace enmudecer pues no nos atreveríamos a discutir ninguna de sus palabras. Ella dice: ¡Basta ya! y todos le rendimos pleitesía.