jueves, 17 de abril de 2008

Cuaderno de Soriácora: enésima crónica. La hora de la seriedad.

Estamos a punto de iniciar la representación de La tierra de Alvargonzález.
Hoy ha sido un día emocionante en el cual hemos visitado varios pueblos de la ruta del Cid.
Pero... Machado dijo en un poema duro, profundo, refexivo, el cual le costó la animadversión de muchos habitantes sorianos, las siguientes palabras:
Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora.
De los versos anteriores nos interesan sobre todo las últimas palabras. ¿Podemos exigirle a un muchacho/a que su comportamiento sea siempre el más correcto posible? Ceemos que sí y que todos ellos tiene capacidad para que así sea. Sin embargo, cuando deciden ponerse la corona de la ignorancia o del desprecio, no saben mirar con nuevos ojos y todo les resulta infantilmente risible. No dudamos de que madurarán: que sea pronto.
Por ciero, tenemos algunos enfermos cuyos síntomas responden a un nuevo virus que parece afectarles a su capacidad de comunicación: este virus hace que el idioma materno se descomponga en fragmentaciones incoherentes en las que las palabras a medio decir y las vacuidades de pensamiento inundan el discurso. Por favor, que no aparezca el típico defensor de esta extraña forma de lenguaje de cuya boca salgan las siguientes palabras: Lo importante es la capacidad de comunicación completa. No creemos que esta comunicación completa se dé a través del messenger, sistema novedoso del que deriva la enfermedad: incapacidad de concentrarse en asuntos más importantes o cómo no hacer caso a ni Dios cuando estoy messegeando.
Por último, varios alumnos han mostrado un total pasotismo cuando recibían las charlas de los estupendos conferenciantes de hoy. Bueno... crecerán y es posible que sus hijos no les escuchen o que sus empleados pasen de ellos o... Entonces recapacitarán.
Un saludo. Un abrazo. Luego, más fotos y más crónica. César - José Ramón.